Saturday, September 11, 2010

Repetimos la Historia? o 'La Historia de un Olvido"


Henry Raymont

WASHINGTON--Un tema perenne para la comunidad diplomatica latinoamericana en esta capital, tema que parece no tener fin, es la queja del poco interes que prestan a los asuntos del hemisferio el gobierno de los Estados Unidos asi como la prensa de este pais.  

Efectivamente, si uno lee The New York Times y el Washington Post, la impresion que dejan estos dos influyentes periodicos es que el hemisferio sur solo padece de desastres--violencia callejera en Mexico, guerrillas en Colombia, terremotos en Chile y Haiti, desgobierno en la Argentina y Ecuador.  

Pareciera que apenas Brasil y Costa Rica son los dos paises bien gobernados y de un futuro politico, economico y cultural mas bien asegurado.    El resto del continente--como si no existiera.

Los Leitmotiv como dirian los alemanes, son refranes como 'no contamos para nada''; "no nos toman en consideracion", 'se olvidan de nosotros'.  

Este corresponsal viene oyendo estas frases desde hace medio siglo.  Cuando fui asignado a cubrir al departamento de Estado al comienzo del gobierno del Presidente Dwight D. Eisenhower, el secretario de Estado era John Foster Dulles, uno de los grandes promotores del concepgto de la Guerra Fria.  Hijo de misioneros protestantes, habia nacido en China.  No era de exgtranar entonces de que hubiera dedicado su vida a la lucha contra el comunismo.  Por consiguiente, su unico interes en Latinoamerica era como crear una franja de hierro alrededor del hemisferio para mantenerlo alejado del contagio de la Marea Roja.

Poco a poco esa obsesion, combinado con una patente apatia por los problemas economicos y sociales por los que atravesaba el hemisferio, llevo a Dulles a consolidar las relaciones con los regimenes militares mas represores de Latinoamerica.  Su unico proposito en el hemisferio era lograr tratados de cooperacion militar y de alianzas politicas para contrarrestar al peligro comunista.  Cualquier gobierno que no participaria en estos tratados era considerado con sospecha, cuando no era tachado de 'filo comunista'.  

El gran aliado de Dulles en esta tarea fue un diplomatico tejano glardonado con el maravilloso nombre de Thomas Mann.  Una de las tantas hazanas de Mann fue prohibirle la entrada a los Estados Unidos al escritor mexicano Carlos Fuentes por considerarlo comunista.  Cuando este corresponsal le exigio pruebas, Mann insistio en que el habia visto 'la tarjeta en que Fuentes se habia inscrito en el Partido.   El tema rapidamente se convirtio en un mini escandalo dado que las novelas de Fuentes, todas traducidas por la prestigiosa editorial Farrar, Straus & Giroux,  recibieron varios premios literarios en Estados Unidos.  Fuentes, que rechaza volar en avion habia tomado un barco desde Londres que tras de cruzar el Atlantico atraco en San Juan, Puerto Rico.  Fue alli que el departamento envio instrucciones al servicio de guardacostas de que no permitieran que Fuentes desembarcara.  Asi el novelista tuvo que permanecer dos dias en la nave sufriendo el calor caribeno mientras que los otros pasajeros gozaban de la playa y el bar del Hotel Caribe Hilton.

Por aquellos anos, ya al final del gobierno de Eisenhower, los corresponsales extranjeros eramos apenas dos docenas (comparados con mas de l,000 hoy dia) lo que significa que Dulles nos conocia de nombre y su vocero de prensa, White, nos pedia las preguntas antes de cada conferencia para que los expertos del departamento pudieran preparar las respuestas al Secretario.  Por eso cada vez que yo me levantaba, Dulles me recibia con su sonrisa torcida exclamando con sarcasmo 'y que pregunta latinoamericana me traes hoy?' 

Su desinteres en Latinoamerica no era de sorprender.  La compartia su jefe,  el Presidente Eisenhower.  Cuando anos despues me dedique a investigar las bibliotecas presidenciales como corresponsal del The New York Times, obtuve acceso a la correspondencia  privada de Eisenhower.  En ella encontre unas anotaciones en su diario personal en la que se refiere a la conferencia de jefes de Esgtado realizada en Panama en 1955.  Su unica referencia a esa cumbre fue:  'La idea de la cumbre en Panama fue genial.  Todos los jefes de Estado vinieron a hablar conmigo aqui asi que ya no necesito hacer ningun viaje por la region."

Con ese poco interes no era de sorprender de que uno de sus ultimos gestos hacia Latinoamerica fue poco menos que desastroso:  otorgarle la condecorarlo con la Congressional Medal of Honor al dictador venezolano Carlos Perez Jimenez--pocos dias antes de que un golpe de estado encabezado por la marina venezolana lo destituyera.

Un elocuente testimonio del deterioro de las relaciones fue el ataque fisico que experimento el vice-presidente de Eisenhower, Richard M. Nixon precisamente en Caracas donde una multitud casi dio vuelta el coche blindado en que viajaba.  Nixon en un inicio reconocio publicamente de que el ataque fue causado por la desatencion en que su propio gobierno habia demostrado hacia Latinoamerica.  Sin em bargo, ni bien se volvio a incorporar a sus labores en la Casa Blanca y el Congreso su interes pasajero por las relaciones hemisfericas se esfumaron rapidamente.

Por cierto, el deterioro en las relaciones inter-americanas durante los ocho anios del gobierno de Eisenhower fue frenado de abrupto con la llegada del presidente John F. Kennedy,  quien enarbolo  
 al final de la decada de los 40 y en la de los 50, Dulles no tardo en enemistarse con una gran mayoria de los paises latinoamericanos,  como especialmente Argentina, Brasil, Peru y Venezuela.    

Como en otra ocasion habiamos observado, el gobierno del presidente Barak Obama trajo consigo un excelente equipo de funcionarios, commo Arturo Valenzuela, el secretario adjunto de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.  Sin embargo la tonica de este gobierno se ha dado en el ambito nacional y en los problemas energeticos, que orientan su atencion al Oriente Medio asi como a las populosas naciones del Asia donde Estados Unidos compite con China y Europa para conquistar mercados.  Latinoamerica nuevamente ha quedado en la retaguardia.
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1 comment:

  1. Gilbert Seldes

    Gilbert Seldes January 3, 1893 – September 29, 1970) was an American writer and cultural critic. He was most interested in American popular culture and cultural history.

    He spent his career analyzing popular culture in America, advocating cultural democracy, and subsequently, calling for public criticism of the media. Near the end of his life, he quipped, 'I've been carrying on a lover's quarrel with the popular arts for years ... It's been fun. Nothing like them'.[1]

    Gilbert Seldes was born on January 3, 1893, in Alliance, New Jersey, and attended a small elementary school in the 300-home farm community.[2] Both Gilbert's parents were Russian Jewish immigrants, and his mother, Anna Saphro, died in 1896 when he and his older brother, famed war correspondent and journalist George Seldes, were still young.[2] Gilbert's father, George Sergius Seldes, a strongly opinionated and radically philosophical man, impacted every aspect of his young sons' lives. The elder George pushed his sons to "read books that you will reread—and that you will never outgrow," and refused to force religion upon children who were "too young to understand it," instilling a free-thinking attitude within his sons.[3]
    At Harvard, Seldes met and befriended both Scofield Thayer and James Sibley Watson, Jr. along with E.E. Cummings, Harold Stearns, and John Dos Passos.[5] Upon graduation Seldes joined his brother as a war journalist from 1916–1917, eventually being promoted to sergeant[6] George Santayana's and William James' ideas also influenced him greatly during this time.[7]
    Seldes had a fling with the American journalist Jane Anderson from early 1918 until late 1919.[8] They eventually drifted apart, and he married Alice Wadhams Hall, an upper class Episcopalian, in Paris in 1924. The late actress Marian Seldes was their daughter; their son is literary agent Timothy Seldes.[9]

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