From: Henry Raymont <hraymont@googlemail.com>
Date: 2010/2/9
Subject: Re: Los secretos de Stieg Larsson
To: Joaquim Ibarz <jibarz@attglobal.net>
Hablando de ,hechizar, al publico, anoche vimos un excelente 'docudrama' de la vida de Churchill--precisamente en un momento en que estoy 'reviviendo' mis propias experiencias juveniles, que incluyen
El polémico legado de un escritor
Los secretos de Stieg Larsson
Una violación de la que fue mudo testigo y prácticas periodísticas dudosas avivan el debate
AUTOENTREVISTAS "Escribía artículos sobre las amenazas que recibía, incluso se entrevistó cinco veces"
"NUNCA TE PERDONARÉ" En 1969, con quince años, presenció una violación y no hizo nada por evitarlo
XAVI AYÉN - Estocolmo Enviado especial LA VANGUARDIA
Nadie en toda Suecia parece dar crédito a las acusaciones de Anders Hellberg, el veterano periodista que tuvo bajo sus órdenes a Stieg Larsson en la agencia de noticias TT y que, el 21 de enero, publicó un artículo en el diario Dagens Nyheter donde afirmaba que su antiguo subalterno era un genio de la investigación y "una Wikipedia ambulante" pero, en cambio, incapaz de juntar dos frases bien estructuradas en un tiempo normal. Por ello, decía Hellberg, sus novelas debieron de ser escritas por su pareja, Eva Gabrielsson. Pero ella se burla de semejante comentario: "¿Que Stieg no sabía escribir? Eso es como preguntarle a un marido inocente:
´¿Aún engaña a su mujer los fines de semana?´. O a una persona de apellido musulmán: ´¿Cuándo se unió usted a Al Qaeda?´. Por favor, Stieg estaba dotado para la escritura. Muy dotado. Y escribió en diferentes estilos, dependiendo del tema. El señor Hellberg no tiene ni idea de lo que hacía Stieg cuando salía de la agencia".
Todos los amigos y familiares de Larsson confirman que escribía él, sin duda. Recuerdan que pasaba jornadas maratonianas ante el ordenador: tras trabajar durante el día como periodista, dedicaba las noches a la frenética redacción de sus novelas. Uno de esos amigos, Kurdo Baksi, empresario y activista por los derechos de los emigrantes, ha publicado en Suecia Mi amigo Stieg Larsson, que Destino sacará en España en abril.
En el libro, Baksi cita varios ejemplos de la capacidad de Larsson de hechizar a la gente o de su compromiso con causas como el antirracismo o el feminismo. Afirma también que tenía una capacidad para ocultar cosas: "Tenía muchos secretos, y quizá el ejemplo más extremo sean las tres novelas que escribió por las noches", de las que al principio hablaba a poca gente.
¿Qué tipo de periodista? "Decían que no tenía madera de jefe, que era un desastre como administrador y economista. En cierto sentido era así: era fantástico con las letras, aunque demasiado humano, por no decir otra cosa, cuando se trataba de números y estadísticas". Esa sería la razón de que se quedara trabajando en la agencia TT - entró como grafista-,con jefes como Hellberg. "Pero no ocultó su frustración, y mucho menos que sus jefes no le dejaran escribir con la frecuencia que él habría deseado sobre los temas en los que era especialista. Aun así, ni por un segundo se sintió una víctima".
La crítica de Baksi es a su "falta de imparcialidad, relevancia y neutralidad en sus textos" pues "Stieg no podía evitarlo. Así de simple: en cuanto se sentaba ante el ordenador tomaba partido por uno u otro bando". Su compromiso le valió numerosas amenazas de los grupos de extrema derecha, sobre todo por sus libros de no ficción y su trabajo en la revista Expo. Baksi afirma haberse enfadado con él varias veces, porque "escribía artículos en la agencia informando sobre sí mismo, sobre las amenazas que recibía y los problemas de Expo, lo cual no me parecía ético. Incluso se entrevistó a sí mismo en cinco ocasiones", revela. También le acusa de infiltrar a un joven periodista de veinte años en un grupo la extrema derecha, "con los evidentes riesgos que eso comportaba".
Los comentarios de Baksi, sin embargo, se inscriben en un contexto positivo, con frases como "no creo que vuelva a ver en mi vida el brío que Stieg tenía cuando escribía: nunca he visto a nadie redactar con tanta rapidez y facilidad. Sin olvidar la alegría con la que lo hacía".
El clímax del libro llega cuando el autor narra el origen de la preocupación de Larsson por la violencia contra las mujeres, uno de los ejes temáticos de Millennium: una violación que presenció en el verano de 1969, sin hacer nada por evitarlo. Fue en un camping de Umea. Él tenía 15 años. La misma edad que una chica que tres de sus amigos viola ron ante su mirada. "Sus gritos eran terribles - dice Baksi-,pero Stieg no intervino. Para él, pesó más la lealtad que tenía a sus compinches". La culpa le carcomía tanto que, días después, llamó a la víctima para disculparse. "Nunca te perdonaré", le respondió ella antes de colgarle el teléfono. "Este es uno de los peores recuerdos que Stieg me contó. Era obvio que la voz de la chica aún resonaba dentro de él, incluso después de haber escrito las tres novelas que hablan de mujeres que han sufrido violencia y que han sido ultrajadas y violadas".
La ´viuda´ intenta detener la publicación del libro de Baksi mientras negocia con los herederos
EL HERMANO "Hemos ofrecido a Eva dos millones de euros y que entre en nuestra empresa"
LA EDITORA "Le hicimos cortar partes muy largas, cambios gramaticales, cosas normales"
Eva Gabrielsson: "Es una difamación"
Stieg quería ser un escritor de best sellers - apunta Kurdo Baksi-.Y no sólo porque quisiera ganar dinero. Quería ganar dinero, sí, pero para poder realizar sus sueños: seguir publicando Expo, crear, quizá, un instituto que vigilara de cerca a los grupos intolerantes. Valiéndose de su buena situación económica él cambiaría el mundo. (...) No le interesaba una vida de grandes lujos. Ni siquiera hubiera sustituido su negra bandolera por un maletín más elegante".
A pesar de estos comentarios positivos, que abundan en la obra, Eva Gabrielsson no está nada contenta con el libro de Baksi. De hecho, lo compara con el artículo de Anders Hellberg, en cuanto a los efectos negativos que provoca en la imagen de Larsson y la frivolidad con la que se aborda la biografía del que fue su pareja. De Hellberg dice que "es sorprendente que con tan escaso conocimiento de una persona, alguien se atreva a extraer conclusiones tan extremas". Y del libro de Baksi, ella preferiría que no se publicara en el extranjero porque "será un tsunami difícil de soportar. Es curioso que el artículo de Hellberg coincida con la aparición del libro de Baksi, que aquí ha despertado enormes críticas, de periodistas y articulistas, que han pedido incluso que el libro se retire del mercado. Es curioso que a Baksi lo publique Norstedts, la editorial que tiene la serie Millennium y firmó los contratos con el padre y el hermano de Stieg, los herederos de sus derechos" (a causa de la legislación sueca, que no reconoce a Gabrielsson capacidad de heredar a pesar de haber sido su pareja durante 30 años). "No entiendo cómo su padre y su hermano pueden encontrar la obra de Baksi cálida y honesta, como han declarado. Quiero poder gestionar el legado de mi pareja. Para mí, se trata de un libro difamatorio, que asesina el carácter y la personalidad de Stieg y he puesto a mis abogados a trabajar en el asunto. Cuestiono que un editor pueda, en un Estado de derecho, publicar un libro así, sin que existan hechos reales que apoyen las afirmaciones que Baksi realiza sobre Stieg".
El hermano de Larsson, Joakim, explica telefónicamente desde la nevada Umea: "Nosotros queremos arreglar el problema de Eva Gabrielsson. Le hemos hecho dos ofertas separadas para que acepte o rechace cada una de ellas. Le ofrecimos 20 millones de coronas suecas, unos dos millones de euros, y le ofrecimos también un puesto en nuestra empresa encargada de gestionar el legado de Stieg. Ella dijo no al dinero, no sabemos por qué. Estamos ahora negociando con sus abogados la posibilidad de que entre en nuestra empresa y esperamos que nos diga que sí".
Eva Gabrielsson tiene en su ordenador las 200 primeras páginas de lo que iba a ser la cuarta novela de la serie. Además, asegura: "Stieg me dijo lo que había planeado", lo que hace que la editorial le haya ofrecido que acabe ella la novela. Gabrielsson está jugando con esa carta negociadora para intentar asegurarse un poder decisorio real en la gestión de los derechos de Larsson: "No quiero dinero - dice-, sólo quiero que no se hagan barbaridades con su obra y que se respeten sus ideas".
Eva Gedin, la editora de Millennium en Norstedts, también desmiente que otra persona hubiera podido escribir Millennium: "Nosotros fuimos los que trabajamos el manuscrito con él. Larsson fue muy receptivo a los cambios que le propusimos. Dijo que le encantaba ser editado, que estaba acostumbrado a ello por su trabajo de periodista. Fueron cambios normales: cortar partes que eran muy largas, dar coherencia a características de los personajes, cambios gramaticales y esas cosas. Pero no hicimos gran cosa sobre la estructura. Era algo ya muy bien planeado y realizado por su autor. Nunca nos mencionó que trabajara ayudado por nadie". Gabrielsson, por su parte, afirma: "Yo le ayudé en la investigación de los temas, en aspectos de la documentación, pero quien escribía era él".
Anna-Lena Lodenius, que escribió con Larsson un libro sobre los grupos neonazis en los años 90, recuerda que "en aquella época él no era demasiado bueno en el tema de la redacción, pero aquello fue hace muchísimo tiempo y además se trataba de un ensayo. Leyendo las novelas, yo veo claramente su voz, sus palabras, su expresión, es como tenerlo al lado. Es un gran escritor".
E L P E R S O N A J E Q U E I N S P I R Ó A LA ´H A C K E R ´
"Yo soy Lisbeth Salander"
El libro de Baksi contiene otras partes jugosas. Por ejemplo, revela el personaje real que inspiró el de Lisbeth Salander. Fue un chico, canijo físicamente, experto en informática e investigador de Expo, que acabó decepcionando fuertemente a Larsson, hasta el punto de que lo echó de la revista en 1997, justo cuando empezó a escribir Millennium. Baksi habla con esta persona, que reconoce: "Stieg se vengó de mí, yo soy Lisbeth Salander". Larsson jamás le perdonó su traición, y le dijo: "En el norte, donde yo me crié, no se perdona nunca".
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